martes, 4 de diciembre de 2007


Quizás sólo algún anciano privilegiado pudo gozar de los tres momentos más trascendentes de la historia de Lanús: La fundación del club, hace casi 93 años, la obtención de la Copa CONMEBOL en 1996, y este primer campeonato local en la historia de la institución granate. El que no tuvo la suerte, seguramente estará pasando hoy por uno de los momentos más felices de su vida, si tiene la fortuna de pertenecer y ser partícipe y devoto del ambiente futbolero, obviamente.

Paciencia, Humildad, perfil bajo y trabajo en equipo fueron los factores que catapultaron a Lanús al éxito, cuando en realidad a principio del campeonato parecía que todo corría a favor Independiente y que el certamen iba a culminar en manos de un denominado “Equipo Grande”.

Ante situaciones adversas que atentaban contra sus pequeñas y sumisas aspiraciones, el equipo de Ramón Cabrero se agrandaba, a tal punto que a mitad de torneo el sueño de obtener el primer título local de su historia ya parecía tener un boceto dibujado.

Y finalmente fue así. Hay un nuevo Rey del sur y un renovado equipo que se cansó de desparramar en cada fecha bueno juego, además de batir rivales sin importar el color y la talla de la camiseta.

El empate con Boca no fue el mejor resultado para terminar de consumar el hecho histórico, es cierto, pero sólo dejó una pequeña mancha de la cual nadie se acordará cuando en los libros de oro del club aparezca “Lanús campeón Apertura 2007”.

Por el momento el monopolio de los grandes equipos ha cesado. Aunque sea por ahora; y no es para desmerecer el título de Lanús, sino para darse cuenta que el poderío económico y el peso institucional de algunos equipos ya no pueden competir con el hambre de gloria, el esfuerzo y el buen juego de algunos planteles, que en su mayoría están fuera, en el buen sentido de la palabra, del sector de la élite en el fútbol argentino.

La historia se acabó. Hay que reconocer la increíble campaña de Tigre, pero las estadísticas hoy marcan que un humilde club que hace nueve décadas se empezaba a crear, ya es el nuevo campeón…

jueves, 12 de julio de 2007

Con destino japonés


La agenda de Boca Júniors se agranda cada vez más, ya que se agregaron nuevos compromisos debido a los buenos resultados obtenidos en la última temporada realizada.

Por un lado el equipo dirigido por Miguel Ángel Russo fue el que mas puntos sumó contabilizando el campeonato Apertura 06 y el Clausura 07, mas allá de no haber salido campeón. A raíz de esto, logró clasificarse para todas las copas que se disputarán el año que viene . Por el otro, se coronó como campeón de la Copa Libertadores de América por sexta vez en su historia y esto le dio automaticamente el pasaje una vez más hacia Japón.

Pero los festejos y la excitación ya son parte del pasado, y uno de los nuevos objetivos de cara al próximo semestre es, además de la Copa Sudamericana, el Mundial de Clubes que se va a jugar en el mes de Diciembre.

Este torneo se realizó sólo dos veces (2001 y 2005) y es el que reemplazó a la Copa Intercontinental definitivamente desde el 2005.

Los equipos que disputan el torneo son los ganadores de las competiciones mas importantes de cada confederación, un total de seis (AFC, CAF, CONCACAF, CONMEBOL, UEFA y OFC), y el campeón de la Japan League.

Ellos son: Boca Júniors, ganador de la Copa Libertadores de América 2007; Milan, quien se proclamó campeón de la Liga de Campeones de la UEFA 06-07; Pachuca, quien se coronó victorioso en la Copa de Campeones de la CONCACAF y Waitakere United, ganador de la Liga de Campeones de la OFC 2007.

El equipo africano saldrá del campeón de la CAF 2007, que todavía no está confirmado; y la plaza asiática la ocupará el campeón de la AFC 2007, también sin confirmar hasta el momento ya que el certamen no finalizó.

El conjunto Xeneize entrará en los cuartos de final de la competencia al igual que el Milan. Además, es el primer equipo argentino que disputará esta competición.

En fin, Boca Juniors buscará ratificar en Diciembre su mote de “Rey de Copas” y seguir sumando trofeos a esa histórica y tan codiciada vitrina.

martes, 26 de junio de 2007

¿Hasta cuándo?


Una vez más el fútbol pasa a segundo plano gracias a los inconscientes, idiotas e inadaptados de siempre que lo único que saben hacer bien es manchar el deporte. Hechos lamentables y vergonzosos como los de este partido, no nos sorprenden más, ya que no es la primera vez que ocurren y, ojalá me equivoque, tampoco será la última. Ya no es cuestión de ir a alentar al equipo del que uno es hincha, de ir a ver un espectáculo, de deleitarse los ojos con un caño, una rabona o un taquito, se trata de ir a destruir todo, propinar golpizas a los simpatizantes del otro club e invadir la cancha para la suspensión del partido, y todo sólo para que el equipo rival no pueda dar la vuelta.
¿Un club es grande por su hinchada? Pero, ¿En qué sentido? Porque la parcialidad de Nueva Chicago es notable en cuanto a cantidad en cualquier estadio e instancia, y sin embargo fueron los primeros en entrar al campo de juego y comenzar con los incidentes. ¿Ese es el objetivo? ¿Tener más gente que cope la popular? ¿Pero cómo es la reacción cuando se encuentran con un resultado negativo? Si la verguenza de hoy es el producto de todo eso, es preferible que haya nada más que 50 personas conscientes en las tribunas, y no por eso el equipo será más grande o más chico.
¿Nos cuesta tanto aceptar una derrota? Si bien perder en este contexto implica bajar de categoría, no hay que olvidarse que el fútbol no es ni más ni menos que un deporte. Se vive con muchísimo fervor, adrenalina, emoción, sentimiento y pasión, pero no debe ser, bajo ningún punto de vista, una cuestión de vida o muerte. Mucha gente que no estaba involucrada en los disturbios, corrió peligro de ser agredida o lastimada. Un hombre fue a ver el partido de vuelta entre Nueva Chicago y Tigre, el encuentro que decidía cuál sería el cuarto equipo en ocupar la vacante que quedaba en primera, o tan sólo un cotejo de fútbol. Lamentablemente desde hoy tendrá que alentar a su Tigre desde el cielo. ¿Culpables? Ninguno. ¿Impunes? Todos ¿Soluciones? Por ahora ninguna. ¿Tendrá remedio esta enfermedad de la violencia en el fútbol? ...
Fran

viernes, 15 de junio de 2007

Ortega necesita que todos lo apoyemos

Seguramente en los potreros muchos trataron, tratan y tratarán de emular, a veces con éxito y a veces no, los recursos futbolísticos que Ariel Ortega posee. Y esto realmente se justifica, porque no se puede dudar del nivel de semejante Jugador.
Si una persona observa la trayectoria del actual jugador de River Plate podrá notar que esta consta de muchísimos momentos gloriosos, comenzando por su debút en 1991 en el equipo de Daniel Passarella, pasando por la obtención de la Copa Libertadores de América en 1996, llegando a sus conquistas en el continente europeo, como la Copa de la UEFA y la Supercopa de Italia con el Parma AC, y finalizando por sus reiteradas participaciones en las Copas del Mundo (1994-1998-2002) vistiendo la camiseta de la Selección Argentina.

Pero lamentablemente también se pueden encontrar momentos no muy gratos: En 1997 Ariel Ortega emigró al viejo continente para jugar en el Valencia C.F. Su relación con el entrenador valenciano de aquel momento, Claudio Ranieri, no fue para nada buena, ya que el D.T calificó públicamente a Ortega como “un vago que no se esforzaba en los entrenamientos”, motivo por el cual el club español decidió rescindirle el contrato y transferirlo al UC Sampodria de Italia, donde tampoco tuvo mucho éxito.

En el 2002 su destino estuvo situado en Turquía, precisamente en el Fenerbahce, club con el cual no terminó su contrato.

El jugador regresó de improvisto a la Argentina y esto motivó a los turcos a manifestar una denuncia ante la FIFA que lo inhabilitó para jugar profesionalmente.

Muchas dificultades se interpusieron y trabaron el camino de Ortega. Y al parecer una vez mas esos fantasmas del pasado recayeron sobre el “burrito” y conjuntamente sobre el mundo futbolístico.

Cuando en Agosto del 2006 el enganche llegó al club “Millonario”, los corazones de los hinchas de River parecían estallar de la alegría, sin saber que los problemas se irían presentado de a poco y, con el correr del tiempo, magnificándose cada vez más.

Llegadas tardes y en mal estado, reiteradas faltas a los entrenamientos, hicieron que el jugador se refugie en el círculo íntimo del club, se aleje por un período de las prácticas y de los partidos, para pedir ayuda profesional y tratar su ya conocido problema con el alcohol.

Luego de una deserción efímera del fútbol, el Domingo 18 de Abril Ariel regresó al las canchas frente a Quilmes para darle una victoria al club riverplatense convirtiendo un gol sobre la hora con la mano. A esta altura los problemas parecían haber sido superados.

Pero el Martes de la Semana pasada Ortega se ausentó a la práctica y se comenzaron a tejer nuevamente varias versiones.
Finalmente las tantas especulaciones se dieron por hechas: una nueva recaída había afectado a “El burrito”.

El Viernes, el preparador físico del club Alejandro Kohan tuvo una charla con Ariel y el jugador decidió internarse voluntariamente durante un mes en una clínica del exterior para intentar salir de este penumbroso problema que lo agobia.

Resulta difícil aceptar que un jugador tan renombrado y con tanto talento se vea opacado por un problema que, al fin de cuentas, a nadie le gustaría sufrir.

Los hinchas y el fútbol están expectantes de lo que pueda suceder con Ariel Ortega. Y aunque a muchos no les parezca, se ha vuelto un icono futbolístico que refleja dentro de una cancha el estilo fiel que a todos los argentinos nos apasiona contemplar: La gambeta…

EzE…

Dejalos que hablen...

Muchísimo talento, gran capacidad organizativa, una pegada formidable, gambetas magistrales, quiebres estupendos, pausas oportunas, habilitaciones de otro planeta y una humildad valorable. Me quedo corto con los adjetivos, con los atributos, con los términos, con las expresiones, pero todas hacen referencia a este extraordinario jugador, Juan Román Riquelme.
Tan sólo "Román" para los fanáticos, para los admiradores, para los que respiramos buen fútbol. Con la posibilidad de emigrar a otros equipos del viejo continente, él eligió volver a Boca, a su casa, al lugar que lo vio nacer futbolísticamente, al club del cual es hincha y al que le brindó toda su grandeza y calidad. Está viviendo un presente inmejorable, con actuaciones sublimes en la Copa Libertadores, poniéndose el equipo al hombro y marcando el camino hacia el triunfo, con exquisitos tiros libres que siguen deleitando a nuestras pupilas, como ya nos tiene acostumbrados.
Sin embargo, hay algunas cuestiones que no logro entender. Aquellos que afirmaban que Román no entendía el juego, que era lento, que retrasaba al equipo, que sólo daba pases para atrás, que no servía para la Selección Argentina, son los mismos que hoy no paran de elogiarlo, de asegurar que es un jugador clave, trascendental, insustituíble y principal artífice para que Boca tenga media Copa adentro, que de lograrla sería la sexta en la amplia vitrina boquense.
Actualmente todos quieren que vuelva a vestir la celeste y blanca, producto de sus fantásticas actuaciones. Pero se están preocupando por su vuelta al Villarreal, ya que mientras el chileno Manuel Pellegrini siga siendo el director técnico no será tenido en cuenta y quedaría marginado. ¿Existirá una estrategia de la dirigencia de Boca? ¿Si el equipo de Russo se consagra campeón, harán lo imposible por retenerlo? Son sólo conjeturas, lo único cierto es que Román le vuelve a tapar la boca a muchos cada vez que se calza los botines y entra a dislumbrar con su brillo propio en una apagada cancha.






Fran

jueves, 14 de junio de 2007

San Lorenzo, justo campeón

Tras un intenso torneo que se definió en la penúltima fecha y siendo el equipo más regular, el San Lorenzo de Ramón Díaz se adjudicó el Clausura 2007 con mucha personalidad, con momentos de muy buen fútbol y con un técnico al que no le tiemblan las manos a la hora de los desafíos. Y si, era un desafío, luego de la paupérrima campaña con Oscar Ruggeri a la cabeza, el equipo de Boedo se encontraba completamente sin expectativas y con una hinchada totalmente en contra de la dirigencia. Pero llegó Ramón, ¿Acaso San Ramón? Puede ser... no les saco méritos al muy buen rendimiento de muchos jugadores, quienes les cerraron la boca a más de uno y demostraron una gran categoría que es para tener en cuenta.
Esteban Cambiasso, Roberto Ayala, Santiago Solari... son algunos de los nombres, ya consagrados, que deslizaba Ramón antes de empezar el campeonato para incorporar a las filas "azulgrana". Sin embargo, ninguno de esos ilustres vistió la casaca de San Lorenzo. ¿Cuchu? No... Cristian "Lobo" Ledesma fue el encargado de ocuparse del equilibrio en la mitad de la cancha, amo y señor del mediocampo. ¿Indiecito? Tampoco... Santiago Hirsig se adueñó de la banda izquierda, complementándose en la organización con la calidad y las gambetas a puro corazón de Ezequiel Lavezzi. ¿Ratón? Menos... Cristian Tula, ex Ferro, Arsenal y River, fue el patriarca en la defensa, jugando de lateral (siendo marcador central) y convirtiendo goles claves. Tampoco nos podemos olvidar de Agustín Orión, quien hizo olvidar a Sebastián Saja fácilmente, y del goleador del equipo Gastón "Gata" Fernández, quien fue el que más brilló con sus actuaciones en un nivel sublime, lo cual hace repensar a más de un hincha de River el porqué de su marginación en el equipo de Daniel Passarella.
Se habló mucho de la chomba de Ramón, haciendo referencia a su cábala, pero con el correr de las fechas quedó evidenciado que un equipo no es campeón por camisas, remeras, o demás... sino por la perseverancia, su buen juego y el estupendo trabajo que estos artistas hicieron tanto en la semana como en los partidos. ¿Suerte? Puede ser... pero es esa "suerte de campeón" la que todos los equipos que se consagran deben adquirir. Boca le pisó los talones y le ejerció presión todo el torneo, pero el cansancio y el esfuerzo que le demandó el principal objetivo, la Copa Libertadores, no le permitió alcanzar al "Ciclón" cuando éste perdía algún punto. Fuera de toda polémica y debates controvertidos, San Lorenzo es un justo merecedor del título.


Fran

¿Será Sudáfrica 2010?

A tres años de que comience el Mundial de fútbol de Sudáfrica 2010, el país africano tiene más problemas que soluciones con respecto a la organización, y la carrera contra el tiempo hace más difícil la posibilidad de que África tenga por primera vez en su suelo el más grande evento futbolístico.
Bajo una intensa ola de calor que sufre la población sudafricana, se están realizando las obras para recibir la nueva Copa del Mundo en 2010: se están renovando los aeropuertos, comprando cientos de autobuses, y se están contratando y capacitando a miles de policías.
Tras la "perfecta" organización del Mundial de Alemania 2006, el comité organizador sudafricano se vio obligado a realizar nuevos y lujosos estadios, por lo que los apenas 280 millones de dólares que costaría arreglar los viejos estadios de rugby y la Soccer City de Johannesburgo en donde se había anticipado que se jugaría el campeonato, ascendieron a unos 1260 millones de dólares en tan sólo cinco meses.
Los expertos consideran esta cifra injustificada, ya que sólo Johannesburgo podría atraer multitudes cuando culmine el campeonato, pero miembros del comité organizador aseguran no será así y que los estadios se usarán como polideportivos y para realizar conciertos.
Por otra parte, el país no tiene un sistema de transporte viable para los visitantes ni siquiera para su gente, por lo que el gobierno prometió una masiva transformación que incluye 600 autobuses interurbanos nuevos de lujo, 10.000 microbuses nuevos y 60 trenes a estrenar.

Asimismo, la seguridad tampoco da garantías en Sudáfrica: por día hay un promedio de 50 homicidios, 700 agresiones con violencia y 356 robos agravados; aunque, gracias a un esfuerzo que efectúa la fuerza policial, se están contratando 11.000 oficiales al año desde hace siete años.
Finalmente, según afirman del comité que organiza el torneo, la Copa es algo más que una cuestión económica, ya que necesitaban un evento constructivo de alcance nacional porque el apartheid, término relacionado con la diferenciación de razas, creó dos grupos sudafricanos, blancos y negros, que en realidad viven como dos pueblos separados y no como una nación. Con el Mundial se cree que esto cambiará.
Sin embargo, con todos los pro y los contra, ¿Será Sudáfrica capaz de realizar un Mundial sin salir perjudicado?. Los aspectos negativos son muchos, tal vez demasiados. Aunque la ilusión de la gente y la buena voluntad del comité organizador, mantiene viva la esperanza.

Saludos

Marian