Si una persona observa la trayectoria del actual jugador de River Plate podrá notar que esta consta de muchísimos momentos gloriosos, comenzando por su debút en 1991 en el equipo de Daniel Passarella, pasando por la obtención de la Copa Libertadores de América en 1996, llegando a sus conquistas en el continente europeo, como la Copa de la UEFA y la Supercopa de Italia con el Parma AC, y finalizando por sus reiteradas participaciones en las Copas del Mundo (1994-1998-2002) vistiendo la camiseta de la Selección Argentina.
Pero lamentablemente también se pueden encontrar momentos no muy gratos: En 1997 Ariel Ortega emigró al viejo continente para jugar en el Valencia C.F. Su relación con el entrenador valenciano de aquel momento, Claudio Ranieri, no fue para nada buena, ya que el D.T calificó públicamente a Ortega como “un vago que no se esforzaba en los entrenamientos”, motivo por el cual el club español decidió rescindirle el contrato y transferirlo al UC Sampodria de Italia, donde tampoco tuvo mucho éxito.
En el 2002 su destino estuvo situado en Turquía, precisamente en el Fenerbahce, club con el cual no terminó su contrato.
El jugador regresó de improvisto a la Argentina y esto motivó a los turcos a manifestar una denuncia ante la FIFA que lo inhabilitó para jugar profesionalmente.
Muchas dificultades se interpusieron y trabaron el camino de Ortega. Y al parecer una vez mas esos fantasmas del pasado recayeron sobre el “burrito” y conjuntamente sobre el mundo futbolístico.
Cuando en Agosto del 2006 el enganche llegó al club “Millonario”, los corazones de los hinchas de River parecían estallar de la alegría, sin saber que los problemas se irían presentado de a poco y, con el correr del tiempo, magnificándose cada vez más.
Llegadas tardes y en mal estado, reiteradas faltas a los entrenamientos, hicieron que el jugador se refugie en el círculo íntimo del club, se aleje por un período de las prácticas y de los partidos, para pedir ayuda profesional y tratar su ya conocido problema con el alcohol.
Luego de una deserción efímera del fútbol, el Domingo 18 de Abril Ariel regresó al las canchas frente a Quilmes para darle una victoria al club riverplatense convirtiendo un gol sobre la hora con la mano. A esta altura los problemas parecían haber sido superados.
Pero el Martes de la Semana pasada Ortega se ausentó a la práctica y se comenzaron a tejer nuevamente varias versiones.
Finalmente las tantas especulaciones se dieron por hechas: una nueva recaída había afectado a “El burrito”.
El Viernes, el preparador físico del club Alejandro Kohan tuvo una charla con Ariel y el jugador decidió internarse voluntariamente durante un mes en una clínica del exterior para intentar salir de este penumbroso problema que lo agobia.
Resulta difícil aceptar que un jugador tan renombrado y con tanto talento se vea opacado por un problema que, al fin de cuentas, a nadie le gustaría sufrir.
Los hinchas y el fútbol están expectantes de lo que pueda suceder con Ariel Ortega. Y aunque a muchos no les parezca, se ha vuelto un icono futbolístico que refleja dentro de una cancha el estilo fiel que a todos los argentinos nos apasiona contemplar: La gambeta…
EzE…
Pero lamentablemente también se pueden encontrar momentos no muy gratos: En 1997 Ariel Ortega emigró al viejo continente para jugar en el Valencia C.F. Su relación con el entrenador valenciano de aquel momento, Claudio Ranieri, no fue para nada buena, ya que el D.T calificó públicamente a Ortega como “un vago que no se esforzaba en los entrenamientos”, motivo por el cual el club español decidió rescindirle el contrato y transferirlo al UC Sampodria de Italia, donde tampoco tuvo mucho éxito.
En el 2002 su destino estuvo situado en Turquía, precisamente en el Fenerbahce, club con el cual no terminó su contrato.
El jugador regresó de improvisto a la Argentina y esto motivó a los turcos a manifestar una denuncia ante la FIFA que lo inhabilitó para jugar profesionalmente.
Muchas dificultades se interpusieron y trabaron el camino de Ortega. Y al parecer una vez mas esos fantasmas del pasado recayeron sobre el “burrito” y conjuntamente sobre el mundo futbolístico.
Cuando en Agosto del 2006 el enganche llegó al club “Millonario”, los corazones de los hinchas de River parecían estallar de la alegría, sin saber que los problemas se irían presentado de a poco y, con el correr del tiempo, magnificándose cada vez más.
Llegadas tardes y en mal estado, reiteradas faltas a los entrenamientos, hicieron que el jugador se refugie en el círculo íntimo del club, se aleje por un período de las prácticas y de los partidos, para pedir ayuda profesional y tratar su ya conocido problema con el alcohol.
Luego de una deserción efímera del fútbol, el Domingo 18 de Abril Ariel regresó al las canchas frente a Quilmes para darle una victoria al club riverplatense convirtiendo un gol sobre la hora con la mano. A esta altura los problemas parecían haber sido superados.
Pero el Martes de la Semana pasada Ortega se ausentó a la práctica y se comenzaron a tejer nuevamente varias versiones.
Finalmente las tantas especulaciones se dieron por hechas: una nueva recaída había afectado a “El burrito”.
El Viernes, el preparador físico del club Alejandro Kohan tuvo una charla con Ariel y el jugador decidió internarse voluntariamente durante un mes en una clínica del exterior para intentar salir de este penumbroso problema que lo agobia.
Resulta difícil aceptar que un jugador tan renombrado y con tanto talento se vea opacado por un problema que, al fin de cuentas, a nadie le gustaría sufrir.
Los hinchas y el fútbol están expectantes de lo que pueda suceder con Ariel Ortega. Y aunque a muchos no les parezca, se ha vuelto un icono futbolístico que refleja dentro de una cancha el estilo fiel que a todos los argentinos nos apasiona contemplar: La gambeta…
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